NETA VERE Entrevista Pandora Graessl

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Pandora Graessl viste con una blusa de seda turquesa, pantalones morados con un estampado de patrón animal/digital y un increíble par de botas vaqueras. Como es costumbre, luce varios collares y uñas largas y pintadas, con un estampado similar al de sus pantalones. Su estilo vibrante y atractivo es una extensión de su arte, el cual involucra instalaciones interactivas, cenas de larga duración, sesiones fotográficas y campañas de moda. Vivió su infancia entre Francia y Suiza y comenzó su carrera profesional en París. Sus colaboraciones destacadas incluyen marcas como Bureau Betak, Prod N y Management Artists, hasta 2015, cuando Graessl abre su propio estudio. El portafolio de Graessl Studio incluye legendarias marcas como Dior, Helmut Lang, Hood by Air, Saint-Laurent y Camper; así como fotógrafos y videógrafos de la talla de Daniel Sannwald, Johnny Dufort, Gaspar Noé y Larry Clark, además de instituciones como Centre Pompidou y publicaciones como Dust Magazine, Dazed, Vogue y M le Monde.

Graessl crea un ambiente donde el visitante se conecta con sus visiones y un mundo de rituales, con la ayuda de luces fuertes, colores saturados, y claro, una comunidad de colaboradores. En un evento reciente, Graessl ofreció altares interactivos, donde los invitados pudieron encender velas para crear un collage de cera derretida de colores, simulando una ofrenda.

Su nueva línea de joyería “Guardians of the Dawn” (Guardianes del Amanecer), y a un lado de su asociada, Kira Lillie, promueven un concepto de futuro que rinde tributo a las ancestrales fuentes de conocimiento y una sensible relación con el planeta, es decir, su propuesta hace énfasis en la conexión entre seres vivos en el mismo tiempo y espacio.

Neta Vere platicó con ella acerca de su trabajo artístico y su apreciación de la relación del tiempo con la belleza, el arte y la vida.

Neta Vere: Tu arte es intuitivo y permisivo, en el sentido de la interactividad y su resultado impredecible, también hay un elemento de colaboración, ¿Cómo se relaciona tu percepción de la belleza con tu trabajo?

Pandora Graessl: Mientras fui productora tenía que tener control absoluto de la situación. Con el tiempo me di cuenta que me fascinan los accidentes y lo impredecible. Creo en la belleza accidental. Los materiales y las texturas resultantes tienen personalidad y carácter. Algunas de mis obras son interactivas y es imposible predecir cómo reacciona el público al admirarlas, al final siempre me sorprenden. En la moda siempre ha existido un estándar de belleza, que ha ido evolucionando, por ejemplo, con mayor número de castings callejeros, una práctica común que permite encontrar belleza que antes nadie hubiera descubierto. Siempre he creído que alguien se encariña con las debilidades y no las fortalezas, es decir, la vulnerabilidad del individuo. La belleza es una forma de ver las cosas, y mi arte se trata de observar y celebrar al mundo entero.

NV: Sabiendo que tu madre es maquillista profesional, tengo que preguntar, ¿Creciste con o desarrollaste una visión distinta del maquillaje?

PG: Entre mis 15 y 21 años, experimenté con mucho maquillaje, ojos muy oscuros y bases terracota. Mi mamá se desesperaba. Hoy, rara vez me maquillo, uso labial y listo. Paso por fases de cejas color naranja, o pelo decolorado. Como siempre vi el maquillaje como trabajo, me di cuenta que no encaja con mi rutina diaria, no tengo la paciencia ni aprendí las bases funcionales.

NV: ¿Y en cuanto a bienestar?

PG: En este tema sí participo rutinariamente. Me encanta ir al spa, al sauna, pasar del calor al frío y muchas cosas más, es muy bueno para el cuerpo. Disfruto de masajes regularmente y otras terapias ceremoniales holísticas y emocionales; para complementar las físicas. Esos son los momentos que aprovecho para desconectarme por completo

NV: Qué interesante, todo eso se ve reflejado en tus obras.

PG: Y esa es la intención, es donde más encuentro inspiración.

NV: ¿Puedes explicar esto? Me interesa tu punto de vista acerca del bienestar y la espiritualidad, cómo los separas y cómo se relaciona con tu obra y tu vida.

PG: Cuando comencé a cuidarme física y mentalmente, alcancé otro nivel. Tomarse el tiempo para uno mismo es vital y a veces se nos olvida con nuestros estilos de vida hiperactivos. Debemos dedicarle tiempo a respirar, escucharnos desde dentro. Son estos elementos primitivos los que nos permiten alcanzar nuevas dimensiones. Mi obra es una extensión de mi personalidad. Planto ideas para ayudar a la gente, la sociedad nos ha limitado el pensamiento y eso es justo lo que me interesa cambiar. Como mis padres son “almas viejas”, crecí con ideas que debo compartir, para que todos, a través de la iluminación personal, seamos mejores. Juntos podemos combatir el trauma y los bloqueos emocionales. Es esta iluminación lo que me atrajo al arte, por eso considero que mi trabajo es sagrado.

NV: ¿Cuál es el papel de la religión en todo eso?

PG: Siempre me ha interesado la religión, disfruto de las historias, la mitología, los templos y la esencia de compartir amor, fe y sabiduría, hoy lo llamamos “manifestaciones”. No podemos obligar a que la gente mejore de verdad, pero se puede ofrecer un espacio seguro para que lo intenten. También lo relaciono con mi nombre, Pandora. El tema de la historia real de la Caja de Pandora es de conocimiento contra el mal. Ella (Pandora) le dio conocimiento al mundo para iluminar la mente humana, sin embargo, muchos lo malinterpretaron y prefirieron el camino de la ignorancia.

Creo en que la misión de muchos artistas es ser profetas de sus propias historias, ofrecemos una perspectiva peculiar con herramientas para el crecimiento espiritual. No hay límites para la imaginación y la creatividad. Me encanta observar rituales donde se convocan energías naturales y divinas.

NV: ¿Cuál es tu inspiración visual?

PG: Mi mayor inspiración son las religiones más antiguas y viajar. Los alrededores me aportan más cultura que la propia historia, absorbo más conocimiento. Crecí viendo películas de Disney y por eso me atraen los mundos fantásticos. Me encanta Donkey Skin (1970) de Jacques Demy protagonizada por Catherine Deneuve. Proyecta los mejores escenarios y vestuarios, los colores y el dinamismo son visualmente impactantes. También me fascina la visión de Alejandro Jodorowsky. Una de mis inspiraciones visuales preferidas es Lucifer Rising (1972) de Kenneth Anger, y debo incluir Barbarella (1968) y Brazil (1985). Aprecio mucho los escenarios visuales de otras épocas con diálogos absurdos pero que transmiten mensajes profundos.

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